Queridos Reyes Magos.
Yo sé que mi comportamiento durante el
año no ha sido necesariamente ejemplar, he tenido que adaptarme a una
serie de situaciones, previstas algunas otras no, que me han impuesto la
necesidad de no ser precisamente como quisiera. Tampoco he sido el ser
humano generoso y valiente que imagino, sino una persona común, con
sueños, esperanzas y miedos que vive el día a día y resuelve como puede
los problemas que se le presentan. Una persona que a veces miente, bebe, come de más, que ayuda a sus familiares y amigos
cuando puede, que aporta algo a su comunidad alguna vez en toda su
vida, que se equivoca, que se cae y que se levanta; que ve con dolor o
indiferencia lo que pasa a la gente que está fuera de su círculo
cercano, pues su voluntad sólo alcanza para proteger a aquellos a
quienes dice amar. En fin, una persona como cualquier otra.
Aun así, creo que merezco la posibilidad
de soñar e imaginar que la vida puede ser mejor de lo que es, por eso
les escribo esta carta esperando puedan traer alguno de los regalos que
espero de ustedes.
Como trabajo y salud para los muchos necesitados de mi país.
GRACIAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario